Por lo que me gusta más decir que, la coloterapia se basa en cómo los colores ejercen influencias emocionales en las personas. Y muchas veces, ese estado emocional en que nos encontremos, influye en nuestro estado físico.
A lo largo de la historia muchos filósofos, alquimistas, astrólogos y médicos han investigado y estudiado esta técnica, pero nunca se ha reconocido la cromoterapia como una ciencia o método exacto para la curación de enfermedades físicas. Por poner un ejemplo, el filósofo y médico uzbeko Avicena (980-1037) creía que el color era de vital importancia en el diagnóstico y tratamiento. Su creencia era que el rojo movía la sangre, el azul o el blanco la enfriaba, y el amarillo reducía el dolor muscular y la inflamación.
Y otro ejemplo más, el psiquiatra y místico suizo Carl G. Jung (1875-1961) relacionó cada color con las etapas de la vida de una persona. A lo largo del S. XIX, los "curanderos del color" han afirmado que los filtros de vidrio coloreado podían curar varias enfermedades.
Desde la medicina ha recibido muchas críticas, catalogándola como pseudociencia, debido a que no cumple los requisitos para ser considerada una terapia válida, ya que sus resultados no se pueden verificar pero tampoco se puede decir que sean falsos. Todas las pruebas existentes son testimoniales y no científicas.
Sea cierto o no, el caso es que la terapia del color es una técnica que cada vez tiene más seguidores. Estudios realizados afirman que los colores son vibraciones y que según el ambiente, es conveniente utilizar unos colores en vez de otros para favorecer nuestro estado anímico.
Escoger los colores adecuados ya sea para nuestro hogar, el ambiente de trabajo y hasta en la ropa que usamos nos ayuda a reestablecer el equilibrio, propicia un estado de armonía y contribuye al alivio de diferentes dolencias. Y es que los colores dicen mucho de nosotros mismos y de nuestro hogar. Los colores transmiten estados de ánimo, inciden en nuestros sentidos y pueden hacer que experimentemos sensaciones negativas o positivas.
Crear un ambiente armónico y atractivo en tu hogar tiene su arte, una buena forma de empezar es considerando los colores en tu decoración. Así, y teniendo en cuenta la coloterapia, te cuento algunos secretos de los colores:
El color verde es relajante y nos transporta a la naturaleza. Es uno de los colores más positivos, da sensación de optimismo, alegría, limpieza, etc. Los expertos en cromoterapia lo recomiendan para los dormitorios, especialmente para personas con trastornos del sueño, ansiedad o estrés, cansancio y problemas de tipo emocional. Si se eligen tonos pastel dará sensación, además, de paz y de relajación.
Es el color del cielo y el mar, por lo que produce efectos terapéuticos similares a los que experimentamos en la playa. Es el color de la tranquilidad, la armonía y el sosiego. Ideal para lugares donde se requiera concentración o donde se medite, tranquiliza, da sensación pacífica. Sirve para luchar contra el insomnio, la ansiedad y el miedo, por lo que se usa mucho en habitaciones de niños y personas con trastornos emocionales. Está comprobado que es el color favorito de una gran mayoría de personas. Su abuso produce somnolencia y desánimo.
Es el color del sol. En sus diferentes gamas aporta tranquilidad, siempre y cuando no elijas un amarillo demasiado llamativo. Un color ideal para aportar claridad a los espacios oscuros o con orientación norte, pero también el color de la juventud y la alegría. Es un tono ideal para decorar habitaciones juveniles, pues tiene la propiedad de estimular el cerebro y favorecer la creatividad. Quizás sea el color antidepresivo por excelencia. Combinado con otros tonos como el marrón, lograrás un ambiente acogedor y sensación de relax y tranquilidad.
Rojo
Este color, resultante de la combinación de rojo y amarillo, es el color del entusiasmo y la comunicación. Es perfecto para cuartos de juego y estudio, igual que para cocinas y oficios. Se asocia a una alimentación sana y evoca el placer y el deseo, por lo que resulta estimulante del apetito, por eso es usado en restaurantes y lugares de comida. También es un color interesante para decorar ambientes de trabajo donde prima la creatividad. Combina muy bien con el verde, amarillo y madera.
Blanco:
Color fresco, el más elegante de todos. Da la sensación de pureza y limpieza, armoniza los lugares y ayuda a estimular el pensamiento creativo, inspira, da paz... color sanador por excelencia. Este color no debe faltar en el hogar, da espacio y respiro, y ayuda a resaltar la decoración que elijas.
Existen personas que se muestran bastantes escépticas ante la cromoterapia, sin embargo, si te pones a pensar el efecto que producen los colores en tu estado de ánimo y analizas los tonos que se utilizan en determinados lugares, te darás cuenta de que algo de razón hay. Porque, alguna vez te has preguntado, por qué las clínicas de belleza, spas o gimnasios suelen elegir los tonos blanco o beige.
Personalmente lo he puesto en práctica en mi hogar, por ejemplo: para la habitación donde duermo escogí un color lavanda suave, dándole luminosidad y aportándome tranquilidad al descanso. Para la habitación de estudio/despacho, sin dudarlo me decanté por el blanco...para que despierte mi creatividad y concentración. Y así fui escogiendo el color de las paredes según el uso que iba a darle a cada habitación.
Ya solo me queda animarte para que pruebes esta técnica y escojas tu color.... ¿cuál es tu color favorito?
Mamen
"Apaga el gris de tu vida y enciende los colores que llevas adentro"
Pablo Picasso
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