Terapias Alternativas...en busca de la cura de la mente y el cuerpo

Cuando tienes problemas emocionales, sientes como tu cuerpo reacciona con algún tipo de señal: dolor de espalda, de cabeza, de pies, molestias en el estómago, etc. En mi caso, cuando tengo varios días de estrés, toda esa tensión acumulada, se centran en mis pies, se tensan los tendones y empiezo a sentir molestias al andar. En definitiva, el cuerpo se expresa, de una u otra forma, algo que está afectando a la mente.

Para este tipo de "enfermedad" nace las Terapias Alternativas, que se enfocan en la salud de la mente y el cuerpo. Os quiero hablar de algunas de estas terapias alternativas, que he podido experimentar o sigo descubriendo:

Aromaterapia: se utilizan aceites esenciales (lo que produce su aroma) de las plantas con fines medicinales. Los aceites esenciales constituyen la esencia, el "alma" de la planta. Existe una relación directa entre lo que olemos y nuestro estado de ánimo. Dependiendo del tipo de aceite empleado, la sensación que desencadena puede ser calmante o estimulante.

¿En qué consiste una sesión de Aromaterapia? Por lo general, el especialista empieza la sesión con un análisis de nuestro estado de salud general, es decir, qué problemas físicos o psicológicos tenemos y, en función de esto, orienta la sesión al tratamiento que mejor se adapta al "paciente".

El masaje consiste en la aplicación de cinco aceites esenciales junto con un aceite portador o base en aquellas zonas afectadas. Si respondemos de forma positiva al masaje, es decir, si experimentamos una sensación agradable y de relajación, el aromaterapeuta continuará empleando esta mezcla de aceites en las sesiones siguientes hasta que nuestro problema de salud se haya mitigado.

¿Mi experiencia con este tipo de terapia? Solo he asistido a una sesión de masaje, y es muy relajante. Pero, la aromaterapia, no solo se puede practicar a través de los masajes. Por ejemplo, en mi habitación nunca falta unas varitas de lavanda para un sueño tranquilizador y relajado.

Flores de Bach: son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversas situaciones emocionales. Fueron descubiertas por Edward Bach un gran investigador, además de médico y homeópata. Experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, hasta encontrar 38 remedios naturales, cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas 38 flores se les llaman Flores de Bach.

Su teoría era que las enfermedades físicas tienen un origen emocional, y que si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo empieza a aparecer. Al restaurar el equilibrio emocional se resuelve la enfermedad física. Fue de esta forma que desarrolló la Terapia de las Emociones.

Una sesión de Flores de Bach empieza con una entrevista, así el terapeuta consigue la mayor información posible. A continuación el terapeuta define el tipo de flor o flores que necesitas. Lo ideal es que el frasco o gotero que contiene las flores, esté integrado por un mínimo de 3 y máximo de 9 esencias. El terapeuta preparará un gotero con: agua mineral sin gas, unas gotas de coñac (para mantener en mejor estado la solución) y dos gotas de cada una de las esencias escogidas para la terapia con flores de Bach. Lo normal es que se tome 4 gotas 4 veces al día.

En un momento en el que tenía mucho estrés probé esta terapia, y la verdad es que dio con las flores que se ajustaba a mi caso, porque conseguía que me relajara y sentir más seguridad en mí misma.

Y dejo para el final dos terapias que hace poco he empezado a practicar y sigo con ellas:

Reiki: procedente de Japón, es un arte de curación ancestral realizado a través de las manos. Su nombre procede de la unión de las palabras Rei (energía universal) y Ki (energía vital). El Reiki entiende que la falta de salud, tanto en el plano físico como en el mental y emocional, se debe al desequilibrio en la energía de la persona enferma. Por tanto, este método de sanación se basa en conseguir la estabilidad entre la energía universal (Rei) y la vital (Ki) de cada individuo.

Una parte fundamental de esta técnica, si no la más importante, son los chackras. Se trata de los centros energéticos de nuestro organismo, son siete principales y varios secundarios y están situados a lo largo de nuestro cuerpo. La función del sanador o maestro reiki es la de desbloquear los chackras y conseguir que la energía fluya por nuestro cuerpo y hacia el exterior de forma adecuada. Ello lo lograría posicionando sus manos sobre el cuerpo del receptor y canalizando y reconduciendo el flujo de la energía.

El tiempo medio que dura una sesión es de 45 minutos a una hora. Lo habitual en un tratamiento no es realizar una sesión aislada, sino que suelen programarse varias para conseguir los resultados deseados.

He tenido tres sesiones de Reiki, y algo que me pasa cuando termina cada sesión es que me siento más enérgica y vital, y con mucho optimismo. La primera sesión fue la que más me impresionó, ya que iba notando diferentes sensaciones o energías según iba pasando sus manos por diferentes partes del cuerpo. En aquella parte del cuerpo donde se me concentraba "la energía negativa", sentía más calor e incluso electricidad.

Biodanza: la "danza de la vida", es un sistema de "auto-desarrollo" que utiliza los sentimientos provocados por la música y el movimiento para profundizar en la conciencia de uno mismo. Su objetivo es promover la integración de uno mismo con sus emociones y expresarlas.

Una sesión de Biodanza tiene una duración de 1,5 a 2 horas. La sesión se divide en varios ejercicios. Se comienza con el "Relato de Vivencia", cuya duración aproximada es de media hora. Luego nos disponemos a danzar y se comienza con una "Ronda de Bienvenida". El siguiente ejercicio consiste en "Caminar", lo que nos ayuda a entrar en la integración de todo nuestro ser a través de un andar sinérgico, es decir, alternando brazos y piernas. Se finaliza con una "Ronda de Celebración y Despedida".

El taller al que asistí se desarrolló a través de la lectura del relato "La Tejedora de sueños". Tenía que ir relacionándome con las demás personas que formaba el grupo a través de miradas, sonrisas, bailes... me encantó el taller, fue una liberación de sentimientos y energía. Pero lo que más me gustó fue en darme cuenta como con una simple mirada, sonrisa, abrazo o caricia, puedes transmitir una energía o sensación que consigue que la otra persona se sienta mejor.

Al final del taller, me volví a sentir con energía renovada y mucho optimismo. Por supuesto, no descarto en volver a disfrutar de otro taller de biodanza.

Más adelante os hablaré de otras terapias alternativas que, aunque no las conozco en primera persona, me han hablado de ellas y me han parecido muy interesantes.

Mamen

"Comienza tu día con una sonrisa, verás que divertido 

es ir por ahí desentonando con todo el  mundo" (Mafalda)