sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!

Pues ya llegó otro año más la Nochebuena. Cada año me doy cuenta de cuánto han cambiado algunas cosas, al menos, en mi casa. Todavía recuerdo aquellas navidades en las que desde un día antes se empezaba a preparar la comida e incluso la mañana del día 24 se ultimaba los últimos platos. En la cena empezábamos con la chacina, un poco de queso, caña de lomo, jamón ... la bolsa de patatas fritas que no faltaba; para continuar con el marisco, pero ahí no se terminaba, porque era solo el comienzo. Para entrar en calor, qué tal una sopa calentita con su picatoste, jamoncito, huevo duro e hierbabuena; y de segundo la carne mechada con esa salsita que no sabe como otros días... y qué tal para terminar, ¿te apetece piña, melocotón? Por supuesto acompañado de nata.Y para hacer bien la digestión... ¿abrimos una botellita de sidra? Pero mejor si lo acompañamos de unos turrones, mantecados y bombones... ains que se me olvida!!! Frutos secos!!!


¡¡¡Qué hartón de comer nos dábamos esa noche!!! Pero al día siguiente, nos íbamos a comer fuera, porque cómo no habíamos comido la noche anterior, que mejor pedir un buen churrasco con sus patatas y mojón picón, jajaja.... Y ya por la noche, la pregunta de mamá: ¿Quién va a cenar? Con lo que se te queda la cara de: Mamá, mi estómago va a reventar como le meta algo más de comida.


Actualmente, yo ayudo en la preparación de la cena y es algo que me gusta mucho... empezamos directamente con el marisco y a lo mejor cae alguna que otra chacina mientras se calienta la sopa, y no todos llegamos al postre. Eso sí, no falta la sidra que luego no se duerme bien (por eso que es buena para la digestión, realmente te ayuda a echar "el flatito"). Y la carne o pescado para el día siguiente. Con esto lo único que te das cuenta es que nos hacemos mayores y que el estómago se hace más pequeño, jajajaja...


Hay algo nuevo que se ha convertido en tradición, y que, desde hace 3 años, hacemos mi madre y yo.... ¡¡¡Me encanta ese momento!!!.... Cuando se termina la cena, se ha recogido la mesa (que no la cocina), y la gente se ha ido a dormir, quedándonos solo mi madre y yo en el salón: preparamos unos cuantos frutos secos y bombones, unos vasitos y sacamos la botella de anís. Sentadas en el sofá, nos arrimamos a la mesa camilla con la estufa encendida, y ponemos la tele para ver quién está cantando para que nos acompañe. Y, ahí, calentitas y relajadas nos tomamos unos chupitos de anís como homenaje de que la cena y la noche ha salido muy bien. Nos dan las 2 y 3 de la mañana, incluso nos quedamos dormidas en el sofá, no sé por qué? Será por los chupitos que nos tomamos?, jajajajaja.... Que por cierto, esta mañana mi madre salió corriendo a comprar la botella de anís, jajajja.


Y, otra cosa que ha cambiado: este año no echan el tradicional concierto de Raphael!!! ¿Quién nos va a cantar el tamborilero? Os dejo como homenaje a este gran cantante ese villancico que me encanta y que cantado por él lo hace especial:


Pero hay algo que no ha cambiado, es una noche en la que a todos nos encanta pasarla con la familia, pero también tiene su lado triste, porque nos acordamos de aquellos que nos faltan. También quiero hacer una  mención especial a todos aquellos voluntarios que durante el día y la noche la pasan en comedores sociales repartiendo algo caliente a aquellos que están solos o no tienen nada que comer.


Por cierto la foto inicial es la tarjeta de felicitación hecha a mano por mí: con un poco de cartulina, botones, algodón y algún que otro adorno, tenéis un gracioso muñeco de nieve. Se la he enviado a "mi niño" que tengo apadrinado de Honduras, para desearle Feliz Navidad y felicitarle en su cumpleaños (25 de Diciembre).


Solo me queda desearos ¡¡¡Feliz Navidad!!! y que disfrutéis esta noche con la familia.


Mamen

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